Tiranicidio en el siglo XXI

El tiranicidio es una palabra que significa darle muerte al tirano, es decir al gobernante o dirigente que ha dejado su rol de líder y protector de sus gobernados y que se ha convertido en déspota o criminal. Es un término que viene de la Antigua Grecia, por ejemplo se usa para designar como «Tiranicidas» a Aristogitón y Harmodio considerados como dos héroes y tratados como mártires de la libertad, tras el derrocamiento de Hipias. Su teorización en la época posterior incluye su debate en la escolástica medieval (Tomás de Aquino) y moderna (Padre Mariana) siendo posiblemente uno de los precedentes intelectuales de las revoluciones burguesas inspiradas en el liberalismo clásico, al permitir moralmente el derecho de rebelión contra un poder opresivo, e incluso el regicidio o muerte del rey, en particular por laRevolución francesa.

El tiranicidio es uno de los tópicos de la Independencia de Estados Unidos, que incluye algunas anécdotas sobre apologías a eliminar a los tiranos. Como ejemplo está aquella frase atribuida a Thomas Jefferson El árbol de la libertad debe ser regado con la sangre de los patriotas y de los tiranos, o la frase del estado de Virginia «Sic semper tyrannis» (Así siempre a los tiranos) a sugerencia de George Mason.

El tiranicidio es un concepto que sirve para la justificación moral de ciertos actos que jurídicamente se conocen como magnicidio, el asesinato de un gobernante o figura notable. Moral y tácticamente el tiranicidio significa que al herir al déspota, y solamente a él, no se sacrifican inocentes, sustituyendo a la revolución y a la guerra civil (ver: asesinato selectivo).

Articulo de Wikipedia

Puertas giratorias

Parece que el termino «tirano» ha quedado relegado a un pasado lejano, si bien, siguiendo la definición ofrecida en el mismo articulo de la Wikipedia (gobernante o dirigente que ha dejado su rol de líder y protector de sus gobernados y que se ha convertido en déspota o criminal) podría ser fácilmente aplicado hoy en día a parte de la clase política que dice «gobernarnos».

El problema basico que encontramos hoy es el identificar al autentico tirano, es decir, al personaje físico y único que ejerce como tal. La responsabilidad individual por actos ya sean de gobierno político o económico, se han diluido en grupos mas o menos identificables y variables como son los partidos políticos en el primer caso y las corporaciones multinacionales en el segundo. Tanto unos como otros individualizan los beneficios y socializan los gastos y riesgos. Así, una ley que traiga una mejora para el país siempre será identificada con su creador, mientras que las medidas en contra o negativas siempre serán causa de los otros (ejemplo: «los perroflautas»).

La situación se hace aun mas compleja en cuando el entramado económico de multinacionales globales abandona el marco legislativo nacional, al convertirse en entidades foráneas, al mismo tiempo que repercuten y se identifican con la organización política local. Son los casos de las llamadas «puertas giratorias» entre empresas y política. Ex-miembros de corporaciones ocupando cargos políticos, los cuales regresan a la empresa privada posteriormente, en un movimiento pendular interminable que permite el beneficio tanto de las multinacionales como de los partidos políticos. Es el «piensa global, actúa local» en su peor practica ya que crea un circulo vicioso que corrompe la política y a sus participantes en beneficio de un reducido numero de personas con intereses comerciales.

Una nota a tener en cuenta, la definición de fascismo es «la unión del Estado con las corporaciones empresariales» (Benito Mussolini)

Tiranicidio hoy

La violencia, física y mental, esta en manos del poder político clásico, el cual esta formado por castas parentelares formadas ya por relaciones consanguíneas (familiares allegados) o clientelismos personales (grupos de amigos o deudores). Argumentar que el tiranicidio hoy debería seguir las mismas lineas del termino clásico seria reducirnos al mismo nivel de esos grupos tan indeseables. Por tanto, una acción violenta, de carácter físico (por ejemplo, un magnicidio) es hoy no ya solo reprobable moralmente si no que, por lo que hemos visto en párrafos anteriores, tendría escaso o nulo efecto en la eliminación de la hidra que a todos asfixia.

La forma actual del tiranicidio debe adecuarse tanto en método como en forma a la situación actual. Se sigue atacando a la yugular del tirano, a eliminarle del juego de forma permanente. Un jaque mate. Pero un jaque mate no súbito como en la antigüedad clásica, si no lento y medido, que actúe contra las múltiples cabezas de la hidra.

Heracles/Hercules, para volver a los clásicos, no acabo el solo con la Hidra de Lerna, sino que fue ayudado por su sobrino Yolao. Así, el tiranicidio hoy no es trabajo de individuos aislados, sino un trabajo en equipo de todos nosotros. Y para ello debemos identificar, cortar y cauterizar todas sus cabezas, una por una.

Y como identificar esas cabezas? Simplemente siguiendo el rastro mas antiguo del mundo: el dinero. Seguid el dinero, cortarle las fuentes y el circulo vicioso empezara a decaer.

La muerte no solo es física, puede ser social (ser ignorado, incluso destierro y retirada de la nacionalidad como pena) pero principalmente económica. Una empresa muere por bancarrota, sin dinero es incapaz de comprar ya voluntades políticas y si estas se enfrentan a enormes condenas pecuniarias ya no habría incentivos que cubrieran los riesgos. La sangre del entramado político-corporativo es el dinero; corta su flujo y acabaras con el.

Pero, que puedo hacer yo, pequeño ciudadano de a pie? Simple: boicot. Deja de consumir productos o servicio de aquellas empresas relacionadas con el entramado (por ejemplo el reciente caso de Rato y Telefonica); deja de prestar atención a los políticos corruptos, ignoralos, no existen, son transparentes; cualquier cosa que digan no será ni seguida ni obedecida, tendrá valor nulo; habla con los vecinos, familiares y amigos, comparte información, bienes y servicios, ayudaos unos a otros y cread una red paralela que os permita evadir el uso del entramado de la Hidra.

El mejor arma del tiranicida en el siglo XXI tiene solo dos letras: NO